El jazz de una noche de verano


Timo Lassy
Festival Cultura Inquieta 2012
Hospitalillo de san José (Getafe, Comunidad de Madrid)
21 de julio de 2012

Fotografías de Juan Miguel Leal
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Pese al calor de la noche getafense, los cinco músicos que subieron al escenario del Hospitalillo el pasado sábado veintiuno de julio lo hicieron de traje. Cuestión de actitud y de formas para entregarse al jazz, un género musical que, pese a ser ya centenario, se parece a un iceberg: Aún sólo es visible una pequeña parte.

Lassy se hace acompañar por una bien surtida sección rítmica -batería, percusiones y contrabajo- que tiene como finalidad elevar la exigencia. Cierra el quinteto un pianista –en este caso, teclista- capaz de discutir el protagonismo al finés, que no dudaba en concederle amplias zonas de (merecido) esparcimiento.

Con el saxofonista instalado como frontman, pronto demostró porqué tiene un hueco en el catálogo del sello Blue Note. Tras “Deeper into” quiso regalar a la concurrencia –de nuevo un patio del Hospitalillo lleno- un tema de nueva factura con el que dio el pistoletazo de salida a los solos comenzando por el del baterista que, para la ocasión, cambió las baquetas por las más ortodoxas escobillas.

Cuando el sonido del quinteto adoptó formas del blues, el molesto fondo de un público dedicado a socializar (a charlotear, vamos) se convirtió en incompatible con el disfrute de la música. Otro ejemplo de cómo una minoría de personas pueden, con su desconsideración (hacia el resto de público y músicos), fastidiar a una mayoría. Valiente forma de malgastar seis euros (por cierto, fantástica relación calidad/precio). En fin, nada nuevo en ese sentido y sí una batalla perdida hace tiempo.

En la segunda parte del concierto Zarkus Poussa añadió a su vibrante labor con las congas y resto de percusiones de aroma latino una nueva faceta: La de vocalista. La adición del soul a la ecuación derivó en un ambiente festivo in crescendo sólo roto por un interludio de Lassy en el que mostró sus respetos a su admirado Coltrane ante la excitación de las y los presentes en el momento de mayor comunión con el público. Un par de convincentes bises sellaron esa conexión.

Crónica de David Alcácer